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Guía básica para participar en concursos literarios

  1. Lee atentamente la convocatoria. Por lo general, están diseñadas para satisfacer todas tus dudas: género, extensión, fecha límite, convocante… todo está ahí. Claro, en caso de que no, contacta al organizador.
  2. Sigue las indicaciones. Algo tan simple como enviar un manuscrito con más o menos páginas de las solicitadas puede equivaler a la descalificación del mismo.
  3. Redacta correctamente tu texto. Si bien, un concurso literario no es un concurso de ortografía, los errores ortográficos y sintácticos sí ponen en evidencia a un escritor principiante. Los jurados no acostumbran terminar de leer estos trabajos, que suelen ser los primeros en ser desechados.
  4. Sé honesto. Por lo general, los concursos son para textos inéditos y que no estén participando en otras convocatorias o en espera de dictamen editorial. Si ganas un concurso sin cumplir este principio básico, es posible que la verdad salga a la luz. No vale la pena perder tu premio y tu reputación.
  5. Duda acerca de participar en concursos que te piden la cesión de derechos patrimoniales. Hay organizadores alevosos que solicitan estos derechos a sabiendas de que incluyen todos los formatos: cine, traducciones, reimpresiones, etc. Recuperar tus derechos patrimoniales no sólo es un proceso largo, sino también muy caro ya que necesitarás la ayuda de un buen abogado.
  6. Infórmate. Si el premio incluye la publicación de la obra, investiga quién publica, bajo qué sello, qué distribución tiene, etc. Si tu texto podría llegar de esta manera a muchos lectores, entonces vale la pena. Si no, si terminará anegado en alguna bodega de institución pública, piénsalo dos veces, ya que por lo general las editoriales buscan material inédito para publicar. Es decir, aunque después recuperes tus derechos, tu obra ya no será tan atractiva para una editorial comercial.
  7. Sospecha de concursos o publicaciones que de entrada te piden dinero. Aparte de que podrían ser estafa, no le aportan ningún prestigio ni a tu obra ni a tu nombre como escritor.
  8. Trabaja muy bien tu material. Revisa, borra, escribe de nuevo, resalta, esfuérzate. La meta no es ganar un concurso: es que logres un manuscrito de calidad que trascienda y conecte con los lectores.
  9. Respeta la identidad de tu texto. Quizá por encajar en un concurso mutiles una novela hasta convertirla en un libro de cuentos, quizá le cambies el ritmo a un poema pretendiendo convertirlo en otra cosa. La poca naturalidad del resultado se notará, mejor espera una convocatoria en la que sí puedas participar.
  10. Explota tus inicios. Que con una frase tus cuentos atrapen, tu novela intrigue, tus crónicas seduzcan.
  11. Acércate a un taller literario o forma tu propio equipo de escritores con los que puedas trabajar tu texto. Generalmente, hay aspectos del texto que se le pasan por algo al autor. Tener un equipo de lectores siempre ayuda.
  12. Espera el resultado sin pensar mucho en ello. Piensa que echaste una botella al mar, si llegará a algún lado todavía no se sabe. Lo importante es que hay un gran texto ahí en el mar.
  13. Disfruta. Ganar un concurso literario siempre es un gran aliciente. Sin embargo, no te quedes ahí, ¡hay que seguir escribiendo!
  14. Resiste. Perder en un concurso literario no significa que tu texto sea malo, hay muchos factores que influyen a la hora de escoger al ganador: desde las temáticas favoritas de los jurados hasta los títulos de los textos participantes. Siempre hay otras opciones: otros concursos, publicaciones, etc.
  15. Aprovecha para seguir trabajando tu texto en caso de que no hayas obtenido un resultado favorable. Muchas convocatorias vendrán, y quién sabe, quizá la siguiente sea la buena.